lunes, 1 de septiembre de 2008

LOS BINGUEROS (1979)

Secuencia inicial de una de las obras cumbre de la cinematografía española contemporánea. Por favor, disfrute de la misma y únase a la posterior tertulia cinéfila. Gracias.








"Los bingueros" (Mariano Ozores. 1979) protagonizada por el dúo cómico Pajares y Esteso, es una de las películas de más éxito y calidad de la Transición española. Hoy analizaremos la secuencia inicial donde se plantean buena parte de las claves que se irán desarrollando a lo largo de todo el metraje.

El comienzo es arrollador, desde los mismos títulos de crédito.La escena se abre con planos sucesivos de letreros de bingos, que nos sitúan en el contexto del drama, y se cierra del mismo modo. Un círculo, el mito de Sísifo, el eterno retorno planteado de modo tan sutil sin concesiones a la galería. Veinticinco siglos de Filosofía nos contemplan. Asombroso.Vemos a los héroes de la película descendiendo las escaleras, como si de una bajada a los infiernos se tratara, las bolas numéricas como palomitas de maíz y una voz que salpica gritando, Bingo!!!, cual reconvertido eureka. Todo impregnado por una música homérica, que merece capítulo aparte.

Mientras en Inglaterra los Sex Pistols inventan el punk, mientras los años 80 se asoman a la esquina, mientras en el pop español se cuece la Movida, nuestra banda sonora no puede ser más definitoria: Punteados de guitarra eléctrica, acompañados por un coro de viento estrábico y un silbido tan español y a la vez con tantas rememoranzas del gran cine clásico americano. Todo ello para hilvanar una melodía llena de matices y colorido.

Y todavía no ha empezado el filme propiamente dicho. El imaginario telón se levanta y vemos en primer plano una batidora que al alejarse la cámara nos enseña el brazo y demás anatomía de una madre española, Norma Duval (Qué bien le ha sentado la madurez a esta señora) morenísima a más no poder, color natural como bien dejaría de manifiesto en su inolvidable sesión de fotos para Interviú. ¡Viva el pelo! La madre prepara el desayuno de sus hijos, niño moreno al igual que el padre que luego veremos y niña rubia que vaya usted a saber a quién ha salido. (Se apunta un tema de conflicto en la pareja a poco que aparezca un butanero rubio en escena). Dos niños de anuncio con las voces dobladas, como la madre, que desayunan en su pequeña pero bien equipada cocina española, anticipo de tantas y tantas series que luego serán.

La familia también está en transición, desde el megalitismo del Desarrollismo español hasta la familia monofilial de los noventa. Si se fijan bien, hay momento en que la niña se desdibuja, guiño premonitiro del director hacia la España futura. Estudian el Imperio Carolingio y buscan la ayuda paterna que no llega, otra avasalladora metáfora de la situación política del momento.

Por fin aparece el paterfamilias, camiseta blanca y toalla al hombro, en conflicto por un lugar en el baño con la omnipresente y también doblada, suegra. Dosis de crítica social al aludir al número de baños, a las letras, a la lavadora, los recibos... Son los coletazos de la crisis del 73. Pero el protagonista no pierde el humor y va aliviando su triste situación con diversos comentarios jocosos que ya han provocado la hilaridad en la sala. Momento culminante es la alusión a los Franco. La Democracia ha llegado.

En la siguiente secuencia seguimos con el realismo social. Esteso en la cola del paro evidencia la situación económica en la que se desenvuelve la acción.El director sigue optando por el plano médio como técnica narrativa, sin atreverse a utilizar el plano americano, por lo menos no abiertamente. De nuevo el humor como arma salvadora, referencias a la Picaresca española y a la idiosincracia más honda del elemento patrio.Primera introducción de los comentarios sexuales jocosos. El destape ha venido y aquí habría de quedarse. El protagonista deshace la fila y sale en busca de nuevas aventuras. Don Miguel de Cervantes sonreiría.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero que desilusión ... yo que me esperaba el destape de alguna buenorra de las que llevaban ...

Anónimo dijo...

Como parece que no has quedado conforme con mis palabras, te voy a dar la versión sincera y con el corazón:

Creo que un tipo con tanto talento, no debería malgastar el tiempo en estas tontunas. De acuerdo, que te lo pasas bien, pero deberías enfocar tus letras hacia algo más productivo, y no me refiero al vil metal. Crea eso que sólo tú sabes hacer.

Anónimo dijo...

Eres un crak, con la literatura, el rock, y hasta con las "tontunas" como dicen por aquí. Tu blog ha sido todo un descubrimiento, un gran descubrimiento.