Cuando la luz se apagaba, los colores se volvían mates y los toldos se estremecían con el viento de poniente, revoloteaban las gaviotas confundidas entre el campanario y los cables de alta tensión. Amargo perfume, desolado momento camino de un recuerdo, sal que escuece amarilla en una foto despegada. Botellas vacías, el palo de los helados con un suspiro de chocolate, atardeceres fríos en días acabados, un mar ajeno que ruge en voz baja y vomita redes de plástico desmadejadas. Azul, triste, perdido, absurdo, relampagueante, sedoso, quebrado, amordazado, sucio, gris, tardío.
Entonces ella se marchó y se llevó todos los adjetivos.
El autobús muy pronto sólo fue un punto al final del camino. No pudo decir cómo se sentía, ni a qué sabían sus lágrimas, ni siquiera cuál era el olor de su pelo recién lavado. No se volvió a mirarle ni por un momento, de reojo, detrás de las gafas. También se llevó los sustantivos. El de mientras no obstante puntos suspensivos y conjunciones sin sentido. Gritar, llorar, correr, querer morir.
5 comentarios:
No es por nada, pero yo prefiero los finales felices... Por eso me gusta Jane Austen, porque (y son, más o menos, sus palabras en una peli) después de muchas y tremendas peripecias, acaban encontrando la felicidad. Tu próxima/o historia, cuentete, nivola, novela, cuento, relato, poema, ensayo, o, simplemente, cosa escrita, por favor, que tenga final feliz... Es verano y estamos de vacaciones (también de la tristeza), ¿ok?
Besos nube.
Jejeje. Chascarrillo aparte, que bien te lo mereces Jalo, en que embrollos te has metido, pero que envidia de divertidos. Total que yo iba a dejar un comentario sobre tu último texto y ya se me olvido.
Saludos desde este lado del atlántico, ya lo sabes.
Qué poético y lingüístico.
Los pronombres siempre sobreviven, aunque algo desgastados de tanto pronunciarlos.
El principio podría ser, perfectamente, un trozo de una canción de Serrat.
¡Saludos!
Ya lo sabes.
Mención, vida en papel donde mueren de verdad todas las letras del abecedario hasta llegar a la última.
Sonrisa de madre.
Aún siendo importante no se trata de eso. Cada uno tenemos nuestro estilo. Y una discografía podría existir con una veintena de estos EP's. Voz poética propia. Tachadura de frases que afirmaban lo que decías imposible y hoy se han vuelto mentira. Victoria.
Abrazos.
Me gusta veros por aquí, amiguicos.
Los finales felices no dan mucho de sí, ya lo siento. Me quedo con la estética del perdedor y un regusto amargo, c'est la vie, que diría la Bruni.
Te devuelvo el saludo trasatlántico, ya sabes, se te admira desde el lado de acá.
Qué alegría vivir en los pronombres.Lo de Serrat me ha llegado al alma.Touché. No te olvides del abrazo pendiente.
Y qué bonito lo haces, así es imposible caer en el desánimo. Viniendo de un maestro, recojo tus letras y me hago un collar con ellas.
Nube-brisa, Jonatan, Rubentxo, Luis. Con gente así merece la pena recorrer el camino.
Besos y abrazos.
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